Tengo que admitir que me tomó mucho tiempo para poder adaptarme a este estilo de aprendizaje, especialmente porque era un concepto con el que nunca había trabajdo antes de entrar a la universidad; y la informalidad que tienen varios docentes al momento de trabajar con este estilo de enseñanza lo conviertió en un concepto aún más difícil de asimilar, al menos desde mi experiencia.
Ahora que ya comprendo realmente como funciona este modelo educativo puedo resaltar, dentro de las cosas que más me gustan, la flexibilidad que le da a cada estudiante según su ritmo y sus habilidades; igualmente en como pasamos por un proceso evaluativo que comprende desde un diagnóstico hasta una reflexión, en el cual cada etapa me ha ayudado a formar un diagnóstico de mi persona cada vez más completo, de las habilidades que poseo y las que necesito fortalecer más.
Sin embargo en el transcurso del ciclo actual me he dado cuenta que por muy bueno o innovador que sea el aprendizaje por competencias no tendrá el mismo impacto en todos los estudiantes, ya que el nivel de efectividad dependerá de nosotros , y como mi actitud es una pieza esencial que determinará si seré como una esponja, dispuesta a la constante absorción de nuevos conocimientos, experiencias y habilidades; o solo me cerraré a las ideas que ya tengo.